De Paseo en Buenos Aires

Sentados en la terraza de una parrilla de barrio en una nocturna calle de Palermo. Las calles de Buenos Aires diurnas no són las mismas que las calles nocturnas. Sólo nos queda una trago de vino de Mendoza en la mesa y una sonrisa que sube desde la barriga llena.
- ¿De qué parte de España sos? - me pregunta uno de los cuatro solitarios que comparten mesa y botella de Vasco Viejo.
- Del sur, Alicante - respondo sin mucha esperanza de que sepan donde queda eso.
Me miran, haciendo con la cabeza un movimiento como que sí saben.
- Bueno, aquí en Argentina sois todos Gallegos. Mi abuela era gallega. Con un pescao y unas tijeras no sabés cómo hacía. Y como trabajaban… mis padres y mis abuelos trabaron tanto que yo no trabajo. A trabajar, vayan, a comer, vamos - concluye.
- ¿Y andás de paseo o vivís aquí? - llega la segunda pregunta de la boca de otro solitario, o del mismo.
- Un poco de los dos. Trabajo poco y me quedo poco.

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