Tomemos el poder: la revolución que viene.

Comentaba el otro día, usando la voz de Gabilondo, que tras la farsa de Copenhagen hay que mirar hacia los movimientos socialesÚnete a la Revolución

Sin embargo, no podemos caer en el mismo error que hemos cometido con los gobiernos/estados y esperar a que los movimientos sociales nos arreglen las cosas. Eso no va a pasar.

Los movimientos sociales no son la solución, son solo una herramienta, y su poder es igual a la cantidad gente que participa en ellos multiplicada por la pasión que le pone cada uno. Son el lugar al que podemos acudir, la gente con la que podemos contar y los procesos a los que nos podemos sumar, pero sin la participación de todos y cada uno de nosotros nunca podremos reinventar del todo esta sociedad nuestra.

Necesitamos una revolución y está claro es que, antes o después, va a suceder pero, por favor, que no sea violenta. Siempre he pensado que la única revolución que podrá perdurar será aquella que triunfe por su adopción y no por su imposición forzada. Ha habido ya muchas revoluciones cuyo fin era tan bueno, que solo los medios usados las hicieron fracasar, que antes de conseguir nada, consiguieron enemigos.

Cuando la crisis no mejore, la gente tendrá menos que perder, y la revolución acabará llegando. Que sea, o no, una revolución violenta sólo depende de que, ahora, ya, hoy mismo, decidamos formar parte de esa otra revolución que siempre ha estado ahi. Que busquemos esos lugares, que nos unamos a esa gente y que participemos en esos procesos.