Se cumplieron también los augúrios de que los mismos tipos que hicieron lo posible por salvar a los bancos y su sistema financiero, no harían nada de nada por salvar el planeta de la más que probable catástrofe medioambiental.
Creo que la espectacular tasa de extinción de especies, el pico del petroleo y la destrucción brutal causada por los últimos proyectos de extracción, son por si solas razones suficientemente importantes como para replantearnos las bases de nuestra civilización, y está claro que ese cambio no va a venir de arriba. No puede venir de arriba.
Estoy tremendamente de acuerdo con Gabilondo (y muchos otros) en que existen muchas alternativas ofrecidas por los movimientos sociales a los que se debería prestar especial atención, también coincido con él y con mucha más gente, en que papá problema es el crecimiento incesante.
Aquí va su comentario sobre el tema de Copenhagen, imprescindible y sorprendentemente cercano a mi opinión personal.