Los Chicago Boys
Estoy totalmente metido en un nuevo libro: La doctrina del shock de Naomi Klein, que ofrece una perspectiva muy interesante (y sobrecogedora) de la expansión de las políticas de libre mercado a lo largo y ancho del planeta.
De lo que llevo leído me ha sorprendido conocer a los Chicago Boys. El término se refiere habitualmente a los graduados de un programa para estudiantes chilenos en la Facultad de Económicas de la Universidad de Chicago que comenzó en 1956. El programa incluiría más adelante a estudiantes de muchos otros países y la influencia de estos sería fortisima en la historia económica de la segunda mitad del siglo XX.
Resulta que en la Escuela de Chicago era donde moraba Milton Friedman, el gurú de la privatización y el libre mercado, y su programa de estudios consistía de un fuerte adoctrinamiento en esa corriente económica que era tan poco popular en el Chile de Allende. Obviamente, las corporaciones estadounidenses (principalmente la Ford) eran las que financiaban todo el asunto ya que su visión de un mundo mejor era la misma que la de Friedman.
Los Chicago Boys chilenos, una vez graduados, volvieron a su Chile natal pero no encontraron su lugar en el panorama democrático de su país. Más bien fueron totalmente ninguneados hasta que llegó Pinochet, quien les permitió poner a prueba sus teorías del libre mercado. Por supuesto, muchos ciudadanos estuvieron en contra del cambio político así como del económico, pero Pinochet consiguió imponerse a través del autoritarismo y la violencia.
A pesar del uso de medios tan reprobables, los fines fueron bien vistos por los padrinos de los Chicago Boys (las corporaciones) en EEUU y se les dió aún más apoyo “institucional”. Su poder llego a ser tal que, en 1999, “los exalumnos internacionales de la Escuela de Chicago contaban más de 25 ministros en activo y más de una docena de presidentes de bancos centrales (desde Israel hasta Costa Rica)”.
A Friedman y sus Chicago Boys se les considera habitualmente como los pioneros del actual sistema capitalista de del libre mercado, y se les concede un gran mérito por ello, especialmente porque cada país en el que imponían su teoría suponía un nuevo mercado e inmensos beneficios para las corporaciones multinacionales.
Sin embargo, este libro descubre cómo todas sus actuaciones fueron posibles solo gracias a situaciones de shock (de distintos tipos) que hacían posibles medidas altamente impopulares y que provocaban aún un mayor shock y gran sufrimiento.
La doctrina del shock me está pareciendo un libro muy interesante ya que ofrece una nueva lectura de la historia reciente. Me gusta especialmente que habla de personas más que de instituciones lo que hace todo mucho más fácil de entender.
Nota al margen: Para no poder parar, he tenido esto parado casi 20 días. Sorry. No es que se vaya a caer el mundo si no publico, pero me sabe mal defraudar a mis pocos lectores y no darles su dosis de adoctrinamiento.