Lo óptimo es enemigo de lo bueno
Este blog es, en realidad, un ejercicio de constancia y eficacia.
Constancia porque hay pocas cosas, a parte de los amigos, a las que he dedicado un esfuerzo continuado en mi vida. Mucho impulso y poco aguante. Mi padre dice que es cosa genética, pero yo no me lo quiero creer.
Y eficacia porque siempre paso mucho más tiempo dándole vueltas a una idea que ejecutándola. De ejemplo un botón: estas misma palabras (tres lineas hasta el momento) me han llevado casi 15 minutos. Lo leo, lo releo, lo cambio, dudo, lo vuelvo a cambiar.
Así que he decidido que 2010 será el año en que ejercite estas dos cualidades obligandome a escribir cada día una entrada en este blog.
Cada día es cada día, aunque sea una línea, una foto, un enlace o un vídeo, tengo que publicar los 365 días del año (se vale programar entradas, a ver si ahora no ve voy a poder ir un fin de semana al campo).
Con esto creo que basta como ejercicio de constancia y lo de eficacia espero que venga solo. Más me vale, porque como escriba las entradas a la velocidad habitual, no me va a dar el día para nada más: lo bueno es enemigo de lo óptimo.