La verdad es que no he estado en la casa de todos, de hecho, en las que he estado sí que había. Pero lo que esta claro es que casi todo el mundo compra la comida en los puestos de la calle. Si no no me explico como puede haber tantos. Se llevan la comida (curri, arroz, leche de soja, café, refrescos) en bolsitas de plastico (debe ser el mayor consumidor del mundo) y se las comen en sus casa. El número de restaurantes en la calle también es sorprendente.
Los tailandeses no usan papel higiénico. Ni bidet. Que como lo hacen? En los casos más básicos, con el clásico cubito de agua (que también sirve para ‘tirar de la cadena’) En los casos más avanzados, con una ‘pistola’ de agua enganchada a la pared que, debo confesar, me gustaría tener en mi futuro hogar.
Thai Boxing es el deporte nacional. Y vaya deporte. Se dan unas mantas a palos desde los 9 años (a veces sin guantes) que las ves y se te olvida respirar. La música, el ambiente y el ritual le dan la magia, las hostias le dan la emoción.
La cultura tailandesa, como muchas orientales se basa en no perder la cara. Esta muy bien, porque procuran no avergonzarte, pero se autocensuran hasta el punto de no darte ni su opinión.
La moto es el principal medio de transporte. Debe haber tantas motos como tailandeses. Y el transporte urbano se basa en tuktuks (motos convertidas en auto-carromatos) y en pick-ups convertidos a autobuses.
Bueno, como esto es de todo menos breve, lo dejo aquí. Sólo recordaros que nunca se debe generalizar y que todo lo que he escrito es mi opinión e “interesante si fuera cierto”