Nuestro curso ha sido facil y divertido. La teoría se la pasan un poco por el forro, pero te dan las lecciones básicas para disfrutar de inmersiones seguras. Hemos hecho cuatro inmersiones, la última la más espectacular.
En el grupo eramos una española, dos que hablaban ingles, la Ju y yo. El monitor era un tailandés que sufria un poco del sindrome DiveMaster, pero si lo mirabas con buenos ojos era graciosillo. My buddy (el que te salva cuado algo va mal) era la Judith, sí, reconozco que fue algo arriesgado, pero lo asumí como un machote y ahora podemos bucear juntos con relativa seguridad.
La isla, a parte de los fondos marinos, era también bastante encantadora… más tranquila que otras islas, pero con buena comida y gente simpatica (todos buceadores o en proceso de serlo) Las playas solo se dejaban ver con la marea baja, pero no por tímidas eran menos bonitas. Los amaneceres y los atardeceres, de pelicula.